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Entrevista Completa con Ricardo Guerra. Edicion GP


Ricardo Guerra

Nuevo León, México (17 junio 2015).-

¿Cómo nació la idea de escribir 'Una Gota de mi Sangre'? ¡Nunca fue mi intención!, la verdad no fue el escribir un libro, empezó como un estudio genealógico que inicié como simple curiosidad. Tuve la fortuna de contar con un estudio que había hecho un tío por una de mis ramas y otro que hizo otra persona, pero de ese no podías confiar, porque los datos que encuentras en Internet pueden ser falsos. Fue una gran labor el meterme en archivos, de investigar y eso fue un trabajo muy emocionante. Te confieso que me dio pena darme cuenta lo fugaz que es la vida, estaba viendo 500 años desde la llegada de los españoles a estas tierras, la mayoría judeo-portugueses y piensas todo lo que ha pasado en 500 años y no eres nada, al final va a acabar tu nombre escrito en un papelito, si es que alguien se pone a buscar en árboles genealógicos. Este estudio es un legado que le estoy dejando principalmente a mis hijos, esa era la idea, el decirles de dónde vienen y también el resaltar los valores de familia. ¿Qué sorpresas te encontraste al hacer esta investigación? Mis ramas me sirvieron como un hilo conductor, me sorprendió muchísimo las sorpresas de nuestra vida nacional, principalmente; todo el tiempo estaba mezclando lo que estaba pasando en México, en Monterrey y en Linares. Aunque hay historias que eran vox pópuli, lo que traté de hacer es meterme en el pequeño detalle de cada una de esas historias. En tu libro hablas de una gran cantidad de personajes, de todos ellos, ¿quién fue el que más te impactó? ¡No te podría decir uno!, creo que cada uno de ellos tiene una gran historia, de hecho al final del libro saco las cualidades de mis más cercanos para mis hijos; cada uno de los personajes por algo los escogí, algo me checaba, a parte hablo de mucha gente que tampoco es mi familia. Traigo citadas aproximadamente a 980 personas y no todos son mis familiares. Si tuvieras la oportunidad de platicar en persona con alguno de los personajes de los que hablas en tu libro, ¿con quién te hubiera gustado hacerlo? Hubo uno que llegó de España y era capitán de las fuerzas reales, José Nicolás Benítez Gutiérrez de Lara, no por su importancia, más bien por la época que vivió, la de la Independencia. Él estaba de lado de los españoles, sin embargo, su hijo, Francisco Benítez de Herrera, quien ya era criollo, estaba luchando por que España respetara a México. Creo que era algo interesante cómo el papá estaba luchando con las fuerzas reales y el hijo estaba con ideas liberales. Me gustaría que ahorita aparecieran mis abuelos, gracias a Dios tuve la oportunidad de convivir con ellos. También me hubiera gustado platicar con Francisco I. Madero, por lo idealista que era; el de juntarse de repente con Villa y Zapata, quienes no tenían nada que ver. Hay un antes y un después de este libro, ¿te imaginabas conocer tanta información histórica? ¡No!, ¡de ninguna manera!, la historia nacional siempre me ha apasionado, pero no conocía bien la historia de nosotros, la local, del noreste, ¡a nadie nos la enseñan!; no descubro el hilo negro, leo diferentes autores, y no tiene nada que ver nuestra historia con la de Mesoamérica. ¿Por qué bautizaste tu libro como 'Una Gota de mi Sangre'? Porque de todos ellos llevo una gota de su sangre, cada uno de ellos forma una gotita. Supuestamente en nuestra genética sólo traes datos de las últimas cinco generaciones; a su vez también es para mis hijos, que tengan una gota de mi sangre. ¿Cuál gotita es la más fuerte en ti, la de los Rodríguez o la de los Benítez? ¡Es exactamente la misma!, hablo de todos, de Rodríguez, Benítez, Leales, Garza Meléndez, Gutiérrez de Laras, Leal de León, Del Canto. No es que sean mis abuelitos, son los abuelitos de muchos. Para la mayoría de los escritores, su primer libro es como un hijo, cuando te entregaron el primer ejemplar, ¿qué sentiste?

El primer libro me lo dieron tres horas antes de la presentación, ¡estaba nerviosísima!. Este hijo me tardé en el embarazo cuatro años, entonces si en un embarazo normal tarda nueve meses y acabas queriéndote ir al hospital, aquí con mucha más razón, ¡claro!, ¡no se compara con un hijo!, pero fue una de mis más grandes satisfacciones; en las noches me despertaba y lo volvía a ver, ¡fue muy impresionante! ¿Y qué sentiste que te haya apoyado en la impresión la Universidad Autónoma de Nuevo León? ¡Muy emocionada!, para mí tiene una validez muy grande, estoy cerca de cumplir 50 años y no es que de repente se me haya ocurrido escribir un libro y ya lo saco. Al momento de ir a la Universidad, que les mostré el libro, que le echaron una hojeada y que lo validaron, todo fue emocionante. Es un libro caro, porque trae cerca de 100 fotografías, además de un buen papel; para mí me dio un sello de validez. ¿Qué comentó tu familia sobre tu libro? ¡Estaban muy contentos!, mi marido y mis hijos estuvieron durante la presentación y estaban encantados, no los vi bostezar, estaban muy emocionados; Fernando (esposo) siempre ha sido un gran apoyo en mi vida y en los proyectos que me he metido. Tuve la oportunidad de entrevistar a Sofía Segovia, autora del libro 'El Murmullo de las Abejas', en donde la historia se centra en Linares, y me comenta que le hubiera gustado tener tu libro un año antes para poder tomarlo para su obra, ¿qué opinas de ello? Sofía y yo vivimos juntas cuando teníamos 17 años en San Miguel de Allende, y cada quien hizo su vida; de repente estaba en una reunión y me entero que Sofía iba a sacar un libro de Linares, y me dije '¿qué?', '¿cómo?', ¡qué casualidad! "Los Murmullos" es una obra literaria, una novela preciosa y lo mío es una narrativa histórica de fácil lectura, es algo muy diferente. Me siento muy honrada de lo que comentó. También tuve la oportunidad de platicar con tus papás y tus hermanos, se sienten muy orgullosos de tu logro, ¿qué les puedes decir a ellos? A mis papás les puedo decir gracias, el agradecerles, en el libro trato de honrarlos; tengo la grandísima suerte de tenerlos, que todavía están conmigo. A mis hermanos les quiero decir que tenemos mucho que agradecer y mucho que aprender todos los días. Tenemos que estar orgullosos de donde venimos, tenemos que saber de donde venimos para saber a dónde vamos. En tu libro hablas de los valores de la gente del norte, ¿crees que en las actuales generaciones les falta vivirlos? Creo que las nuevas generaciones, incluso me incluyo, nacimos sobre la era del confort, a partir de los 50 salieron muchísimas cosas que pensamos que nos merecemos o que tienen que ser instantáneas, que la gratificación lo tiene que ser. Creo que los hemos perdido y los debemos recuperar, sentarnos en la tierra y saber de la constancia, del trabajo, el esfuerzo, la ética; son imprescindibles para que una sociedad se desarrolle. En tu libro hablas de Linares, al finalizarlo, ¿te enamoraste más de este lugar? Casi cumplo 50 años y a la fecha cuando sueño, sueño mi casa de Linares, viví ahí hasta los 13 años, nunca he soñado con mi casa de Monterrey o la de mis papás, ¡no sé por qué!; mi infancia fue preciosa y a través del libro descubrí la importancia histórica que tuvo Linares, siento que la historia ha sido malagradecida con ella, creo que hay que resaltar más el patriotismo de sus residentes. Este proyecto inició como una herencia para tus hijos, ¿ya cumpliste con ello? ¡No, para nada!, hay que educarlos, mis hijos tienen 13 y 11 años y aquí viene la tarea pesada; esto es parte de mi superación y un logro y qué padre que les sirva en algo, no sólo a ellos, sino también a mis primos, a todos mis parientes; espero que durante el libro la gente se sienta reflejada en algún momento con los personajes y sus historias. A mis hijos todavía me falta educarlos y hacerlos hombres y mujeres de bien. En tu presentación asistieron muchísimas amistades que compartieron este logro, ¿qué les puedes decir? ¡Muchas gracias!, me siento muy bendecida y muy querida de contar con tanta gente que fue; esto fue la culminación de un logro y un trabajo y sentir eso y ver las caras de la gente, siempre sonriente, me sentí muy querida. ¿Qué viene para ti en el futuro? ¡Todavía no lo sé!, apenas estoy pariendo este hijo, pero no sé que venga en el futuro, ¡no tengo idea!, es seguir trabajando en lo que hago y ya saldrá alguna otra idea. Tienes presente tu libro que es como tu nuevo hijo, ¿qué le puedes decir? ¡Eres una gota de mi sangre!, ¡eres parte de mí!, cuando lo lean se darán cuenta que en los últimos capítulos que son los más cercanos, es como si me escucharas hablar. Leer más: http://www.elnorte.com/aplicaciones/articulo/default.aspx?id=568830&v=3#ixzz3fya2WKB1 Follow us: @elnortecom on Twitter

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